Sonntag, 11. April 2010

Mi sillón

En un momento muy duro abro un blog. Para intentar de desahogarme y ver si me ayuda, para sentirme mejor. Y sí, ayuda. Me siento en el sillón y empiezo a desahogarme. Cada detalle tan pendejo, lo puedo tirar de mi cabeza. La hoja blanca y el teclado, mi terapeutas. Sacarlo, afuera, deshacerme de todo. Parezco la persona más infeliz del mundo. Cada detalle que escribo es feo. Son quejas. Son reclamos. Son lamentos. A veces se siente como si estuviera vomitando después de haber comido demasiado, de haber comido algo malo. Vomito, y en vez de que mi estómago sienta un alivio, mi cabeza lo siente. Estoy más tranquila.

Pero a veces me pregunto, por qué mi terapeuta no me pregunta alrededor de las cosas bonitas en mi vida? Sólo lo consulto cuando necesito aliviarme de lo feo. En todos los demás momentos no voy con él. Me quedo callada y me trago todo. Y a veces leo los archivos y pienso - que bonito sería a veces encontrarse algo feliz, algo con vibra positiva, compartiendo todo lo lindo que pasa en mi vida. Pero sólo comparto los 10-20% de mi vida que son feos.

Creo que el problema es tal… cómo voy a querer deshacerme de lo bonito? No es lo que quiero guardar dentro de mí? Para que lo tiro a la basura si quiero que se quede entre mis pensamientos y que me sigue alegrando? No tiene sentido… pues por fin llegué a la conclusión de que a lo mejor nunca le voy a contar nada bonito a mis terapeutas… eso es mío!

1 Kommentar:

  1. Klingt komisch, ist aber so! Das hab ich mich manchmal auch schon gefragt, aber du triffst die Sache auf den Punkt!

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