Tengo que aprender a callarme. Tragar lo que pasa por mi cabeza y que no sirve que lo diga. Evitar el riesgo de provocar confusiones, evitar el riesgo de que mis palabras se hagan munición con la cual me dispararán a mí misma. También para evitar de aburrir a la gente. Observándolo bien, de hecho los 90% de mis pensamientos no sirven para nada. ¿Mejor limitarse a las cosas esenciales del día a día?
Tengo que aprender a tragarlo, mejor mantener silencio y comermelo. Tengo que aprender de ordenar los pensamientos para que no me explote la cabeza. Tengo que aprender a digerirlos de alguna manera sin pronunciarlos. Me cuesta mucho por nunca haberlo aprendido. Sólo tengo miedo de que si fallo, si no encontraré un camino a ordenar y digerirlos… que van a comerme por dentro.
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